Protección del sol en el trabajo

¿Cómo protegerse del sol en el trabajo?

Gran parte de los profesionales de distintos colectivos desarrollan casi la totalidad de su jornada al aire libre: agricultores, trabajadores del mar, jardineros, socorristas o trabajadores de la construcción. Esto los obliga a pasar largos períodos bajo el sol, lo que puede provocar lesiones de distinta gravedad como quemaduras o el envejecimiento prematuro de la piel. Una exposición de 15 minutos ya se considera perjudicial y sus daños perduran en el tiempo, por lo que las posibles lesiones pueden manifestarse varios años después.

La Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales obliga al empresario a garantizar la seguridad y salud en el trabajo, incluyendo los riesgos derivados de la exposición a la radiación solar. Para su prevención se aconseja la puesta en marcha de planes de actuación que incluyan medidas como las siguientes:

* Trabajar en la Sombra. Crear áreas sombreadas mediante el uso de toldos u otros sistemas y planificar el trabajo para trabajar el menor tiempo posible bajo el sol, especialmente en las horas de mayor radiación (entre las 12 y las 16). Una posibilidad es la rotación constante de turnos y tareas.

* Ropa Protectora. Usar prendas con tejidos finos, naturales o transpirables, para prevenir la deshidratación por sudoración excesiva. Elegir piezas que cubran brazos y piernas garantiza una protección más completa de la piel. También debe tenerse en cuenta el color de la ropa, ya que la ropa blanca tiene menor resistencia al paso de los rayos UVA, ofreciendo una protección menor.

* Calzado adecuado. En el mercado existen tanto modelos abiertos como cerrados, la elección entre uno u otro dependerá de la tarea a realizar. En todo caso, han de estar fabricados con materiales resistentes pero ligeros y, tanto la suela como la plantilla interna y el resto del tejido, deben ser transpirables y tener tratamiento anti bacteriano. Para el calzado cerrado, deberán utilizarse calcetines especiales, compuestos de materiales que favorecen la ventilación, mantienen una temperatura adecuada y vienen también con tratamiento anti bacteriano, ya que las bacterias proliferan en ambientes húmedos y cálidos.

* Cubrir la Cabeza. Es indispensable el uso de una gorra o sombrero con una visera amplia de al menos 5cm para evitar problemas comunes como insolaciones y proyectar sombra sobre la piel de cara y cuello. De esta forma, se protegen también otras áreas sensibles como la nariz, los ojos y los labios.

* Utilizar Filtro Solar. El uso de filtro solar no garantiza una protección total frente al sol, pero una crema con filtro solar alto protegerá de forma eficaz aquellas partes de la piel que queden expuestas. Es importante escoger un producto resistente a la humedad, ya sea por agua o sudor, y respetar el tiempo de uso entre cada aplicación. Para los labios, se deberá usar un protector labial con un factor superior a 30.

* Usar Gafas de Sol. Una correcta protección de la vista frente al sol previene enfermedades como las cataratas y evita accidentes laborales. Nunca deben utilizarse gafas de sol comunes, sino EPI específicos para radiación solar que, además de incluir lentes polarizadas, suelen tener un diseño envolvente y son adecuados para otros riesgos presentes en el lugar de trabajo como impactos de partículas o salpicaduras de líquidos o polvo.

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